América Latina
Julio Cortázar: Identidad Latinoamericana

Julio Cortázar: Identidad Latinoamericana

Fragmento de entrevista Topografía de una Mirada 1980

Julio Cortázar, escritor, traductor y profesor argentino- francés, se refiere en este fragmento al exilio y a la identidad latinoamericana. Como nota curiosa se sabe que nació en la comuna de Ixelles, parte de la región de Bruselas Capital en Bélgica el 26 de agosto de 1914

Pregunta: Mucha gente que considera que un escritor debe vivir en su país y escribir también en su país te han criticado por tu exilio.
¿Cuál es tu posición al respecto y de qué manera ello influye sobre tu identidad latinoamericana?

Cortázar: yo pienso que después de lo que te acabo de decir, de alguna manera la respuesta ya está dada, porque quienes me conocen verdaderamente saben muy bien que esa crítica no tiene mayor sentido.
Es decir que el hecho de haber vivido tanto tiempo físicamente lejos de América Latina no me ha impedido y no me impide continuar mi trabajo de escritor latinoamericano como si lo hiciera allá.
Y en cuanto a las otras cosas que yo podría hacer allá, creo también haberte dado una idea hace un segundo de que muchas de ellas se pueden hacer eficazmente también lejos y en una medida que tal vez
puede en algunos casos ser igualmente útil que si uno estuviera en su propio país.
Por lo tanto, ese tipo de crítica nunca me ha molestado.
No me he sentido igualmente eficaz o ineficaz, según los casos, estando en América Latina o no estando en América Latina.
Lo que cuenta en definitiva es que mi trabajo de escritor siga siendo fiel a la realidad latinoamericana
y en ese caso son los lectores quienes deben decidir y en general los lectores no me critican desde ese punto de vista.
Pero eso nos lleva ahora a la segunda parte de tu pregunta, al problema de cómo asumo yo una identidad latinoamericana.
Ese sí es un problema complejo porque es la noción de identidad que entra en juego.
Nosotros en América Latina no tenemos una identidad definida.
Hay una identidad profunda, lingüística, telúrica, si quieres, una comunidad de sentimientos y de ideales.
Pero no hemos alcanzado todavía nuestra verdadera identidad de pueblos.
En la medida en que sigamos siendo manipulados y colonizados y explotados, por un lado, por el imperialismo norteamericano, por otro lado, por las dictaduras que en este mismo momento están haciendo lo que tú sabes muy bien en América Latina, nuestra identidad es una identidad un tanto ideal, es un deseo de identidad pero que no está plenamente logrado.
Cada movimiento revolucionario, cada tentativa de liberación, pienso en este mismo instante lo que está sucediendo en Nicaragua, eso es un impulso hacia la identidad.
Yo soy profundamente optimista en ese plano y sé que vamos a conseguirla en el plano individual y en el plano colectivo, en el plano de los pueblos, de manera que yo considero que la identidad es una palabra de lucha, es una consigna.
No es una cosa que hayamos conseguido, todavía no la tenemos esa identidad.
Estamos aislados, vulcanizados, compartimentados, nos destruimos entre nosotros en querellas absurdas.
Y el resultado es que la identidad sigue siendo un ideal.
Pero tengo también la convicción de que todo lo que ha sucedido en América Latina a lo largo de este siglo muestra que hay un proceso irreversible y que vamos camino de nuestra identidad, un camino que está costando mucha lucha, que está costando mucha sangre y que en definitiva es, sin embargo, un camino que ya está de alguna manera atrasado en el tiempo y que, te repito, es irreversible.

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